El año se pasó jugando

Ya llegaron todos los familiares y amigos al lugar elegido para la fiesta. Hay platos riquísimos e historias fantásticas para celebrar el encuentro. Y por supuesto, el juego no puede faltar porque los chicos son la alegría de la fiesta.

Es importante que "los dueños" de casa o los adultos responsables habiliten el espacio para que se produzca el juego, recordando que el movimiento es el gran aliado de este momento lúdico.

A continuación, proponemos algunas ideas para cuando los niños están en grupo:

Deseos en el aire:

Remontar un barrilete es uno de los juegos más conocidos y armar uno en casa es bastante fácil.

1) Tomar una hoja de papel de diario y doblarla en cuatro veces;

2) Cortar una tira de papel crepé, doblarla por la mitad e introducirla en el último doblez del papel;

3) Atar con un hilo todo ese armado como si fuera un paquetito, y dejar un sobrante para luego hacerlo volar.

Previamente a darle vuelo, que cada niño escriba, o ayudarlo para que lo haga, un deseo o un sueño que tenga para el año que se viene… ahora sí ¡Qué vuelen por los cielos!

Pañuelos al viento:

Reunir a todos los hermanos, primos y todo aquel que quiera jugar, y armar dos grupos. El abuelo o la tía pueden hacer de coordinador, quien tendrá que indicar de forma secreta un número a cada integrante de cada equipo.

El coordinador se colocará en el centro del espacio y alzará un pañuelo con la mano, dirá en voz alta un número y arrojará la tela al viento. Los niños que tengan ese número correrán para intentar agarrar el pañuelo antes de que caiga al piso.

Además, es importante contar con juguetes, materiales para dibujar, ropa para disfrazarse, entre otros objetos que permiten el juego, y ubicarlos en algún lugar donde los niños puedan acceder sin dificultades. Uno de los secretos del juego es la libertad, por eso, si alguno no quiere sumarse a las sugerencias lúdicas, hay que invitarlo a que cree el propio.

Se pueden encontrar más ideas en la Biblioteca Virtual de Fundación Arcor.