"En el sistema educativo todavía está vigente la idea de exclusión. Si un chico no cumple con las normas, lo echamos. Todavía está muy presente eso. La institución regula entonces su equilibrio y determina quién permanece y quién no. Entonces, una institución que no se asuma como un espacio de inclusión educativa, difícilmente pueda ser una buena institución. Una buena institución va a ser aquella que se apropie del concepto de inclusión como garantía de derechos". Néstor López, fiel a su estilo, dispara una definición tras otra. Su obsesión es la inclusión y el paradigma de la protección integral.
López es sociólogo, egresado de la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña actualmente en el IIPE-UNESCO Buenos Aires como coordinador de Proyectos de Educación y Equidad, y coordinador del SITEAL (Sistema de Informaciones sobre Tendencias Educativas en América Latina), iniciativa que el Instituto comparte con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
También aborda en esta conversación la dimensión particular del docente detrás de la idea de la institución inclusiva: "Para que el docente pueda hacer bien su trabajo necesita dos recursos: uno es una buena formación, que es por supuesto un elemento relevante, pero yo creo que el segundo factor que el docente tiene que portar para hacer bien su trabajo, es un marco institucional claro".
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