1) Comprar un rollo de plástico grueso que supere por lo menos los 2 metros.
2) Expandirlo sobre una superficie blanda (pasto o arena); empinada para usarla como tobogán o plana para deslizarse hacia delante.
3) Llenar la superficie de plástico con jabón y agua para mantenerlo resbaladizo y ¡a deslizarse!