Sylvia Pulpeiro es Licenciada en Ciencias de la Educación, y desde hace muchos años está especializada en la formación docente, incluyendo asesoramiento y capacitación en roles escolares. Desde su mirada, la escuela enfrenta algunos desafíos con la escuela “posmoderna”, atravesada por la irrupción de la tecnología.
Los niños posmodernos están llenos de tecnología, pero no necesariamente eso significa de comunicación ¿Qué nos dicen si los escuchamos?
SP: La información ha crecido exponencialmente, debido a los medios, las redes sociales, la tecnología. Pero la información no es comunicación. Comunicarnos tiene que ver con esta posibilidad de ida y vuelta, de que el hablar con otro me genere una reflexión, me genere ideas nuevas. Sobre todo con los maestros, que no son posmodernos.
¿Y qué les pasa a los educadores con la tecnología?
SP: Creo que sienten un poco de fastidio, de que los chicos estén con el celular, con la tecnología y se sienten aislados. Lo importante es entonces tender el puente. Los chicos posmodernos no están tan atrapados por los medios y las nuevas tecnologías. Tienen mucho adentro. Pero si nosotros nos enojamos, entonces sí que no nos vamos a encontrar nunca. Por eso siempre digo, dejemos que los chicos nos eduquen. Tienen mucho que enseñarnos y nosotros podemos hacer el aporte de ayudarlos a ellos a hacer un uso más discreto, a no ensimismarse con la tecnología.
¿Cómo sería ese concepto de la enseñanza de los niños?
SP: Los niños nos enseñan muchísimos, y en realidad tendríamos que ponernos nosotros en el lugar de aprendientes, o aprendices, porque ellos tienen intacta la disponibilidad de enseñar. Creo que los educadores estamos desaprovechando totalmente a los chicos.
Los chicos tienen mucho para contarnos y tenemos que revisar nuestra actitud para poder escucharlos. Cuando uno se propone conversar, el niño conversa.
Con tanta tecnología ¿Carecen de comunicación?
SP. Los chicos adolecen de comunicación y están enfermos de informacion. Hay una sobrecarga de lo informativo. No conversan, no comparten un contenido. Eso significa que los educadores hoy tenemos que ir a buscar otros chicos, a nuevos chicos. Antes los chicos necesitaban que nosotros les dijéramos la información porque no estaba en ninguna otra parte. Hoy no.
¿Qué es una verdadera comunicación?
SP: Tenes que analizar cuál es tu rol, de maestro, de directivo, de supervisor, de padre, de integrante de medios de comunicación. Y es eso, es entrar a un estado, a un clima donde uno entienda que la palabra va a ser polémica, transformadora.
¿Cómo ve a la escuela actual?
SP: Es una escuela que es bastante parecida al shopping: muestra, muestra, muestra. Hoy tenemos arte, hoy tenemos feria de ciencias, etc, etc, etc. Pero lo que queremos formar son personas, que salgan de la escuela a un mundo donde podrán luego elegir su predilección. No queremos formar escritores, artistas, deportistas, queremos formar personas.
La escuela ha entrado en una vida que sinceramente no sé cómo resisten los niños, los educadores y las familias a toda esa impronta posmoderna de movimiento. Yo quiero una escuela de conversación, pero no con la profundidad del consumo. Lamentablemente hay asignaturas que no se trabajan en la formación docente, que siguen ausentes. Por ejemplo, la comunicación, o la vida grupal.
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