El proyecto PEM, qué nació al ver cómo se trepaban los chicos a los árboles

24 enero 2018
El proyecto PEM, qué nació al ver cómo se trepaban los chicos a los árboles

Adriana Siso, la directora de la escuela Teniente Primero Morandini, confiesa que le daba pánico ver cómo los chicos se trepaban ante cada oportunidad que tenían a los árboles, los techos o las tapias. "Un día, conversando sobre este tema, el profesor de educación física Guillermo Marianacci nos presentó la idea de construir una palestra para enseñar a los chicos a escalar. Él había trabajado en una iniciativa de ese tipo en una escuela de la ciudad de Córdoba; nos contó de la experiencia y además conocía el programa PEM. Nos pareció muy interesante, porque era distinto; siempre las actividades físicas usan juegos con pelotas, y esto era realmente otra cosa. Así que nos pusimos a trabajar y logramos conseguir apoyo para implementar el proyecto, al que denominamos Escalando en mi escuela.

Hace 30 años que Siso es docente de la escuela y conoce a la comunidad como si fuera su familia. El colegio cuenta con una matrícula de 420 alumnos y funciona en dos turnos. El colegio está en Jesús María, una ciudad de alrededor de 40 mil habitantes, ubicada a 45 kilómetros de Córdoba capital.

El Programa Escuela en Movimiento (PEM) en el que se enmarca esta iniciativa, tiene como finalidad desarrollar propuestas que tiendan a promover la vida activa en el ámbito escolar. Es coordinado en conjunto por las Fundaciones Arcor de Argentina  y Chile y el Instituto Arcor en Brasil. Se trata del primer programa Regional de Inversión Social que impulsa Grupo Arcor en el marco de su política de sustentabilidad. 

"La necesidad era canalizar la energía y el gusto de los chicos. Vimos que les encantaba trepar a todo y nos pareció que con esta idea podíamos mejorar sus destrezas, fomentar valores y mostrarles una actividad a la que de otro modo quizá no pudieran acceder", relata la docente.

"Nos pareció, además, que podíamos colocar una palestra en el patio para que los chicos pudieran escalar. Nuestro patio  no es tan grande como el de otras escuelas, no tenemos tanto espacio, hay más o menos un cuarto de manzana de superficie, pero fue suficiente para lo que necesitábamos", asegura.

Si bien la actividad se implementa en los horarios de educación física y durante la jornada extendida, la intención del colegio es que también se desarrolle en los recreos. "Hay que utilizarlo lo más que se pueda", explica Adriana.

Dice que por las particularidades de los materiales y estructura de la palestra, llevó bastante tiempo construirla y conseguir todos los elementos, pero mientras tanto, los profesores fueron trabajando con trepadores como los que hay en las plazas, para que los chicos desarrollaran la fuerza necesaria para escalar.

-De la implementación del proyecto, ¿qué resultado se destaca?

-Lo que veo en el proyecto y veo en el trabajo, es que escalar fomentó cuidar al otro y también promovió el trabajo en equipo. La razón, es que escalar es una actividad que se hace de a dos y con medidas de seguridad importantes. También ha sido muy positivo para los dos géneros, tanto nenas como varones se entretienen y mueven por igual con esta actividad y les resulta muy interesante y atractiva. Realmente es novedoso y les gusta, se nota que les fascina trepar.

-¿Influenció de manera positiva en el vínculo entre los chicos?

-En primer lugar, se ordena la escuela, en los horarios de educación física se ordenan más, quieren aprovechar al máximo el tiempo que tienen. Y se complementan muy bien entre ellos. Además, es una actividad muy rica en valores, ya que trabaja la solidaridad, la colaboración, la tolerancia. Esto redundó en que haya más juego limpio. Se suma que hemos vinculado el escalar con la idea de cuidar al otro y al medio ambiente. Está fuertemente relacionado con la vida en la naturaleza.

-Y en particular, ¿qué les aporta a los chicos el acto de escalar?

-Entre otras cosas, les ayuda a desarrollar habilidades y fortaleza en los músculos de las manos y antebrazos; la habilidad de elegir la "toma" (agarres) para hacer el camino y llegar adonde quieren; la autoconfianza; y buscar aliados pares para potenciar su objetivo. Aparte, simulamos que están en una montaña, que vayan tomando conciencia de esto, que imaginen que esto es una montaña y que algún día pueden practicar esta actividad ahí. De hecho, nos interesa poder llevarlos a una montaña, a la naturaleza; esa es una de las actividades que nos quedaría por hacer para completar esta propuesta.

-¿Qué aprendizajes les ha permitido este proyecto como equipo docente?

-Que se puede trabajar con algo diferente y que es posible sacar a los chicos de lo habitual, de lo que hacen todos los días.

 

Información Relacionada

En vacaciones, no olvidarse de la alimentación saludable

Espacios, tiempos y posibilidades para una infancia más 

 

Te puede interesar

Escalando el movimiento

Buscamos otro modo de conectarnos

Como docente hay que ser un cuerpo disponible

 

  • Formatos: Artículos/Notas
"No se encontraron más resultados."