El 20 de abril se llevó a cabo el webinar niñez y espacios públicos, organizado por Equidad para la Infancia y Fundación Arcor. El encuentro denominado “La vida en Lima y Rosario” tuvo como objetivo reflexionar sobre maneras de concebir y diseñar espacios públicos más inclusivos. Asistieron 45 personas provenientes de distintas ciudades de Latinoamérica, desde Montevideo hasta Ciudad de México, participando activamente con preguntas y comentarios.
Expertas de las respectivas ciudades analizaron los retos y aciertos en dos experiencias territoriales. Por una parte, Mariana Alegre, Directora de Lima Cómo Vamos y fundadora del proyecto Ocupa tu Calle en Lima, y por otra Leonarda Bonofiglio, Directora del Proyecto Jardín de los Niños, en la municipalidad de Rosario. La periodista especializada en políticas publicas y temas sociales, Silvia Fiore, facilito el dialogo junto a Alberto Minujin, autor de múltiples artículos sobre niñez, pobreza e inequidad:
- Ocupa tu Calle: nació a fines del 2014 en Lima con el objetivo de mostrar a los y las ciudadanas cómo sería tener una ciudad sustentable y posibilitar el acceso a los espacios que aparecen como excluyentes y privados. En este sentido, se intervienen distintos lugares como estacionamientos, calles y parques con distintos elementos que invitaran a las personas a quedarse y disfrutar el momento. Hoy, la organización Lima Cómo Vamos, realiza pactos con los gobiernos locales para propiciar lineamientos de acciones y compromisos para abordar distintas problemáticas relacionadas al espacio urbano.
- El jardín de los niños: es parte de un proyecto más grande denominado el Tríptico de las Infancias que incluye además la Isla de los Inventos y la Granja de la Infancia. Estos espacios aparecen como una respuesta del gobierno municipal a la demanda de los y las niñas de tener otros espacios que no sean los convencionales como las plazas. Tienen como objetivo promover el juego, la imaginación y la creación como parte de las prácticas de los aprendizajes y el disfrute. Se construyeron en espacios de la ciudad que estaban descuidados o que iban en contra de las nuevas miradas como por ejemplo, el zoológico municipal. A su vez tienen el Consejo de Niños y Niñas, un organismo de propuesta y asesoramiento a la gestión donde participan niños de 9 a 11.
A partir de las experiencias territoriales surgieron reflexiones en torno a los siguientes ejes:
- Intervenir y fortalecer los espacios públicos no es un fin en sí mismo sino un medio para identificar las faltas de derechos.
Las ciudades están diseñadas para un ciudadano modelo identificado como el hombre adulto y trabajador, excluyendo a gran parte de la población. En este sentido, es fundamental desarrollar acciones que tomen a las infancias como parámetro para la construcción de los espacios urbanos. Al dar respuestas a las necesidades de la población más vulnerable estaríamos incluyendo a todas las personas. Se podrían construir diseños mixtos, de espacios compartidos, donde las cosas sucedan a una distancia razonable, haya oportunidades de empleo y una cultura del cuidado intergeneracional.
- Ver a las infancias como ciudadanos y ciudadanas y por lo tanto reconocer su derecho a participar del diseño de sus ciudades.
Los gobiernos continúan viendo a las infancias como objeto de tutela y el mercado como consumidores. Las preguntas que deben orientar la intervención pública en la ciudad deben ser cómo incluir a las poblaciones invisibles en las políticas urbanas pero también cómo convertirlas en protagonistas. Es importante generar espacios de participación de las infancias donde se sientan seguras para decidir, expresarse y opinar. Esto no significa llevar a cabo todas las propuestas de los y las niñas pero sí cumplir en un plazo corto aquellas que se eligen. El tiempo de los niños es ahora, no tienen tiempo de esperar porque dejan de ser niños.
- Lo público es el gobierno y somos todos.
Es necesario contar con el apoyo de los niveles más altos pero sostenidas en los niveles más bajos tanto por la decisión política de los gobiernos locales como por la intermediación de las organizaciones de la sociedad civil y la participación de las y los ciudadanos.
- La pandemia puso en evidencia y profundizó las desigualdades que viven las infancias y revalorizó el rol de los espacios públicos.
Para muchos niños la pandemia significó un momento para encontrarse con sus seres queridos y familiares más cercanos, pero para otros fue un momento de mucha dificultad. Ambas experiencias resaltan el papel que cumplieron los espacios públicos en este proceso, se convirtieron en lugares de encuentro cuidados con amigos, de realización de festejos y de reuniones familiares.
- Las acciones para fortalecer los espacios públicos y generar ciudades más inclusivas deben ser pensadas desde una perspectiva de género.
Otra cosa que evidenció la pandemia es la cantidad de tiempo y energía que gastan las mujeres en las tareas de cuidado. Fueron quienes ayudaron a los niños con las tareas escolares, realizaban los trámites en los hospitales o asumieron el cuidado de los adultos. En tal sentido, es necesario reconocerlas como las principales personas que cuidan y acompañan a las infancias y por lo tanto tomar sus necesidades en el diseño de las ciudades.
Alberto Minujin, Director ejecutivo de la Fundación Equidad para la Infancia, resaltó la riqueza del encuentro porque permitió conocer experiencias realizables y compartir elementos que posibiliten influir en las agendas públicas. Además refirió a la importancia de mirar a los y las adolescentes porque también sufrieron las consecuencias de la pandemia y fue un sector golpeado. Se deben generar acciones para que vuelvan a las escuelas y, además, se sientan seguros en los espacios públicos por donde transitan.
Ver el Webinar Niñez y espacios públicos: La vida en Lima y Rosario.