En su serie Apuntes de Debate, Equidad para la Infancia aborda la situación de la educación en la primera infancia, y observa  diferencias en el acceso a oportunidades educativas de los más chicos. 
La educación en la primera etapa de la vida es fundamental, porque tiene impactos positivos en el desarrollo físico, motor, social y afectivo de los niños y niñas. También contribuye al desarrollo cognitivo y del lenguaje, mejorando los resultados futuros en los trayectos educativos. Así, por ejemplo, la escolarización temprana contribuye a reducir índices de repitencia y deserción en el nivel primario. Si bien el proceso de aprendizaje comienza con el nacimiento, la educación inicial cumple un rol clave en garantizar los derechos de ciudadanía y reducen desigualdades educativas y sociales. 
Aumentar la oferta de educación inicial (de 0 a 6 años) y potenciar su carácter educativo es una meta para los países de la región para 2021.

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