La especialista en juego y actividad física, Ivana Rivero, suele referirse a la vida activa como una construcción de múltiples factores. Y entre ellos, destaca dos actores con roles decisivos: la comunidad y el otro. Es decir, resalta las construcciones comunes y a los sujetos activos, que son las familias, los adultos, los amigos, los vecinos, y los compañeros de la escuela o de las actividades culturales, deportivas o sociales. "Para nosotros tiene mucha fuerza", dice Ivana.
La particularidad de este enfoque, incluye a vínculos sanos y positivos como pilares de una vida saludable, en donde tengamos presente el respeto del otro con sus subjetividades y diferencias. Así, el vínculo superador nace del encuentro y la interacción sin imposiciones. En una entrevista que le realizó Fundación Arcor, Rivero señalaba también que es importante el rol de los adultos para crear situaciones diferentes a la oferta de juegos a la que la infancia tiene acceso. Las relaciones saludables también se asientan sobre un desafío similar, el de mostrar la existencia de otras formas y modos de vinculación.
El jugar por jugar; el cultivo cotidiano de la amistad; el moverse para ir en busca del amigo como un acto capaz de transformar el aburrimiento en placer; o el compartir momentos de descubrimiento y aventura son acciones capaces de romper el círculo de la soledad, la tristeza o el miedo.
Desde ese lugar, este 2 de mayo, en que se conmemora el Día Mundial contra el acoso escolar, nos sumamos al desafío de promover una vida saludable a partir del fortalecimiento de las capacidades de la comunidad y de la infancia en todas sus dimensiones.