El 17° Encuentro Internacional de la Organización Mundial para la Educación Preescolar (Omep), realizado los días 6 y 7 de septiembre en Buenos Aires, dejó abierta una reflexión sobre los desafíos y oportunidades en la educación infantil, con un enfoque integral en el desarrollo emocional, social y cultural de los niños y niñas en sus primeros años de vida.
Del evento, titulado “Diálogos y Propuestas para una educación infantil transformadora” asistieron más de 230 educadores y especialistas, que participaron de los debates y las distintas actividades que proponía la dinámica del encuentro.
Especialistas en la primera infancia brindaron conferencias y también hubo un espacio para compartir experiencias de jardines y espacios de cuidado de todo el país. También participaron especialistas de Fundación Arcor, que apoyó la realización del Encuentro.
Una mirada integral a la primera infancia
Ruty Kuitca, de Omep, explicó que el encuentro comenzó con la Asamblea Latinoamericana de Omep, una reunión de presidentas de los comités de toda la región, en la que se compartieron los trabajos realizados en cada país y se discutieron los ejes propuestos por la Omep mundial, con base en la declaración aprobada en Bangkok este año. “Es un espacio clave para intercambiar ideas y experiencias que enriquecen nuestras prácticas en cada país”, señaló Kuitca.
El viernes fue el día principal del encuentro, con visitas a museos, instituciones educativas y proyectos artísticos que permitieron a los asistentes conocer diferentes iniciativas. En el acto de apertura, Kuitca centró su discurso en la situación de la primera infancia en Argentina, marcada por la pobreza y las desigualdades, y convocó a los educadores a participar activamente en el intercambio de ideas para abordar estos desafíos.
“En las mesas de debate discutimos sobre la necesidad de un trabajo intersectorial. No podemos pensar la educación en comunidad sin la colaboración de pediatras, antropólogos y otros actores que puedan aportar distintas miradas. El objetivo es acompañar el desarrollo integral de los niños y niñas, desde lo emocional hasta lo cultural”, expresó.
La importancia del desarrollo emocional
Uno de los ejes centrales del encuentro fue el acompañamiento del desarrollo emocional de las niñas y los niños pequeños. Para Kuitca es necesario el desafío de verlo de manera integral: los sentimientos y afectos están siempre presentes en un vínculo con el otro y no recomienda “enfrascar” o etiquetar las emociones, separarlas como una forma de “gestionarlas”. La especialista marca que sobre todo en la primera infancia es prestar atención a la forma de vincularse de ese niño o niña, qué le pasa cuando se enojan con otros, cómo pasar de la mordida al poder habla, a pedir.
En ese sentido Kuitca destacó que Educación Sexual Integral (ESI) fue un tema clave en este trabajo, ya que refuerza la importancia de la afectividad en el desarrollo de los niños y niñas.
Experiencias y cierre con un enfoque artístico
Otro de los momentos destacados fue la presentación de experiencias de docentes en mesas temáticas. En esos espacios se presentaron alrededor de cinco experiencias en cada uno: la presentación estaba a cargo de las docentes que intervienen junto a un fue tutor y un especialista en educación infantil que comentaba y enriquece las propuestas. Este espacio permitió la discusión y el intercambio de prácticas concretas que pueden ser replicadas en otras instituciones.
El encuentro cerró con un fuerte enfoque en las presentaciones artísticas. “Nos preguntamos qué les enseñamos a los niños y cómo los acercamos a la música, las artes plásticas y los lenguajes audiovisuales. Estas experiencias son clave para su alfabetización cultural desde los primeros años”, comentó Kuitca.
La mirada desde los territorios
Javier Rodríguez, coordinador Inversión Social de Fundación Arcor, resaltó la importancia de trabajar desde una perspectiva integral y territorial. “Este encuentro logró instalar la relevancia de mirar el desarrollo infantil de manera integral. No se trata solo del jardín de infantes, sino de cómo dialogamos con otras áreas, como la salud, la comunidad y las familias. Esto es clave para mejorar las propuestas educativas”, afirmó.
Rodríguez aportó el trabajo que realiza Fundación en su trabajo con los municipios para poder recuperar la centralidad e integración del niño.
También destacó el valor de los encuentros presenciales, que se habían visto limitados por la pandemia: “El intercambio de experiencias que se genera en estos espacios es fundamental. Pudimos recuperar la esencia de encontrarnos y debatir cara a cara”.
Una propuesta a nivel internacional
Omep aprovechó el evento para promover una petición ante la Organización de Estados Americanos (OEA), con el objetivo de sancionar una década dedicada a la primera infancia, desde 2026 hasta 2036. “Es una estrategia para poner en agenda la importancia de los primeros años y apoyar los esfuerzos por el bienestar infantil en toda América Latina”, explicaron.
El 17° Encuentro de Omep fue un espacio de reflexión y acción que reafirmó la necesidad de seguir luchando por una educación transformadora y equitativa para los niños y niñas de la región.