1) Llenar de agua pequeños globos de colores y colocarlos dentro de recipientes en los que no se puedan pinchar.
2) Dejar que los chicos se coloquen a determinada distancia unos de otros y se los lancen sin que caigan al suelo o se rompan.
3) El que rompa el globo tendrá una prenda o estará fuera de juego, ¡pero por lo menos se refrescará!