La Fundación Arcor, bajo el encuadre de la Agenda 2030 de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), viene hace años abogando por visibilizar experiencias educa-tivas desde la primera infancia en el Desarrollo Sosteni-ble. En el presente número de Por Escrito, se presentan las características, alcances, propuestas y prospecti-va de la EDS (Educación para el Desarrollo sostenible) en los países de la región. Corresponde destacar que la Alianza llevada a cabo con la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) ha resultado más que productiva como puede advertirse en la presente publi-cación. En esta oportunidad, la revista reúne una conjunción im-portante: por un lado, trabajos de investigación acadé-micos, escritos por especialistas con gran conocimien-to del tema en los países de la región, y al mismo tiempo, presenta experiencias significativas que inspiran para el desarrollo de acciones en el ámbito pre-escolar. Una novedad interesante, que se inaugura este núme-ro de la publicación, es su rediseño multimedial. Ello ha permitido incorporar de modo colaborativo y comple-mentario, textos, imágenes, videos, audios, que aportan y profundizan los temas expuestos y también permiten conocer más de cerca a las y los investigadores, y a las comunidades educativas que han sembrado conceptos y prácticas sobre la EDS en la primera infancia. La secuencia de artículos es la siguiente y también tiene su significación. Comienza con el trabajo de Mercedes Mayol Lassalle, quien destaca hasta qué punto la pri-mera infancia (0 a 8 años) constituye una etapa decisiva para el desarrollo personal y social, y también para “es-tablecer los cimientos de una vida sostenible”. Por otra parte, explica,de modo didáctico, los cuatro pilares de la EDS (medioambiental, social, económico y cultural) así como reconoce el valor de los aprendizajes activos y experienciales. A continuación, Víctor Giorgi desarrolla las peculiarida-des de la problemática ambiental en América Latina, que, a su entender, se encuentra en una situación de es-pecial vulnerabilidad. El autor destaca un punto central para los pilares económico y social: cuando no se mi-nimizan los efectos del cambio climático, muchos gru-pos rurales, que dependen del entorno natural, se ven obligados a migrar a ciudades o a los países limítrofes. Paradójicamente, muchos grupos de comunidades indí-genas campesinas son portadores de sabiduría ances-tral que no siempre es valorada. Señala Giorgi. “en las cosmovisiones de los pueblos originarios lo humano y la naturaleza conforman una unidad inseparable”. Selma Simonstein Fuentes y Berta M. Espinosa Vázquez desarrollan seguidamente los avances realizados desde la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) que, con sus 75 años de existencia, constituye un referente en la defensa de los derechos de las infancias. Y más aún, constituye un faro para comprender qué sig-nifica el desarrollo sostenible, cómo se puede traducir en actitudes, comportamientos, formación docente y, obviamente, proyectos educativos. Además del artículo, está presente, gracias al modo digital, la voz de Selma Simonstein delimitando los conceptos de “sostenible” y “sustentable”. En este recorrido, y como centro de la publicación, se presentan cuatro experiencias - elegidas al azar - pre-miadas en el concurso “Mi patio es el Mundo” que Fun-dación Arcor viene realizando junto con OMEP desde el año 2018 el cual propicia experiencias favorables al co-nocimiento y las prácticas del desarrollo sostenible en el ámbito educativo. En efecto, el gran desafío consiste, en verdad, en trabajar los ODS (Objetivos para el Desa-rrollo Sostenible) con los más chiquitos. En este sentido, a continuación, el artículo de María Julia Garcete Yegros abre a interesantes posibilidades de enseñanza desde los primeros años. Se detiene en cómo el recién naci-do necesita un ámbito humanizante “que le proporcione las condiciones para desarrollarse y prosperar”. Explici-ta la autora que las infancias deben aprender a valorar y habitar su cuerpo como primer territorio, para luego seguir cuidando solidariamente entornos cada vez más amplios y complejos que constituyen la “casa común”. Desde una mirada similar Alejandra Castiglioni profun-diza en la idea de los vínculos con la “Madre naturaleza” y en los aprendizajes del “Buen Vivir”. Así también, re-conoce la trama indisociable entre la escuela y la vida, y se preocupa por un concepto fundamental: el de educa-ción intercultural crítica para una ciudadanía creativa, respetuosa de derechos y amigable con la naturaleza. Por último, Giovanna Modé, Israel Coelho y Adelaida Entenza se centran en dos conceptos fundamentales: “justicia climática” y “derechos humanos”. Con la preo-cupación por las consecuencias del cambio climático, en especial en el mundo infantil, el trabajo presenta un cuadro de situación realista, minucioso y preocupante. Enfatiza en la recomendación de que los riesgos impli-cados para la vida en el planeta integren no sólo los con-tenidos curriculares sino las políticas educativas, que no sólo motiven la reflexión sino las acciones pertinentes. El concepto de “justicia climática” resulta entonces fun-damental y estratégico. Después de tal recorrido, y poniendo en el centro a las infancias, a su curiosidad, a su modo peculiar de mirar cada detalle de su entorno, cabe una frase que deslizó “en vivo” Mercedes Mayol y merece destacarse especial-mente: “una pregunta de un niño pequeño puede cam-biar el mundo”.